Almas descuidadas


Almas descuidadas y errabundas
Que vagais llevadas tras el mal
Semejantes a hojas moribundas
Que arrebata el viento otoñal;
Camináis a tiento y ciegamente,
Yendo en pos de ilusa vanidad,
Sin saber que pronto, ciertamente,
Pasareis a la eternidad.

CORO
¡Despertad, almas dormidas,
Y a la voz de aviso escuchad!
No olvidéis que vuestras vidas
Pronto se han de acabar.
Dejad vuestras vanidades,
Buscad la salvación,
Jesús borrará vuestras maldades
Con su sangre que vertió.

Almas insensatas y livianas,
¿Vais en busca de felicidad?
Mas seguís sólo ilusiones vanas
Sin camino en esta soledad.
Intentáis hallar lo verdadero
En un mundo falso, engañador,
Donde no hay nada duradero
Que os satisfaga el corazón.

Almas imprudentes, sin cautela,
¿Por que a vuestro daño no miráis?
¿ No veis cuán veloz el tiempo vuela
Y como al abismo os acercáis?
¿No sabeis que el juicio venidero
A la muerte os alcanzará?
¿ Que vale el presente placentero
Si os lleva a la ruina eternal