- Adams, Sarah F.
- Addison, Joseph
- Alexander, James W.
- Almudevar, Antoni
- Athans, Speros D.
- Bachelor, Mary A.
- Baker, Mary A.
- Baring-Gould, Sabine
- Barnby, Joseph
- Barraclough, Henry
- Benett, Sandorf F.
- Bennard, George
- Bilhorn, Peter P.
- Black, James M.
- Bliss, Philip P.
- Cortés, Ángel
- Cosidó, Mateo
- Elliott, Charlotte
- Fernandez, Abraham
- Gray, Federico H.
- Gutierrez Marin, Manuel
- Harvey, Joseph
- Knapp, Phoebe P.
- Lawrence, Isabel
- Marques Toló, Joan
- San León H., Mariano
- Spafford, Horatio G.
- Vidal, Maria Eugènia
- Westrup, Thomas M.
- Work Jr., John W.
1838-1976
Philip P. Bliss poseía un gran talento; raramente escuchaba una historia sin sentir la inspiración de componer un nuevo canto para ella. De esta manera él formaba la letra y la música de los himnos al mismo tiempo.
Bliss nació en un hogar humilde en el norte del estado de Pensylvania. A la edad de once años salió de su hogar para trabajar en distintos campos, de tal manera que su educación fue muy escasa.
A los doce años fue bautizado en la Iglesia Bautista de "Cherry Fíats", del condado de Tioga, Pensylvania. Pero al poco tiempo empezó a participar en reuniones metodistas y servicios evangelísticos.
Al casarse, se unió a la Iglesia Presbiteriana donde su esposa era muy activa.
Su primer contacto con la música fue a la edad de diez años, cuando al pasar por una casa, pobremente vestido y descalzo, escuchó las notas melodiosas de un piano. Fue tan grande su fascinación al escuchar esta música que entró a la casa sin permiso y le dijo a la señorita que tocaba: "Por favor, toque más".
En lugar de responder amablemente, la ama de casa regañó al niño por entrar descalzo a su hogar. Después de este incidente Bliss
comenzó a estudiar música.
A la edad de 18 años obtuvo un puesto como maestro de música en una escuela. Recibió formalmente su primera instrucción musical bajo la dirección del señor J. G. Towner y en ese mismo año conoció al famoso compositor William B. Bradbury (1816-1868) en una convención de música.
En 1863 la firma musical de Root y Cady recibió una carta del señor Bliss, la cual contenía el manuscrito de un canto y pedía que si este himno era aceptable, se le mandase como recompensa una flauta. Este canto indudablemente demostraba el gran talento musical del señor Bliss, porque al poco tiempo no sólo recibió la flauta, sino que fue invitado para trabajar con esa firma musical y celebrar convenciones y conciertos.
Bliss obtuvo alta reputación como orador, director de canto, y solista, en reuniones celebradas en varios lugares de los Estados Unidos de América.
En una ocasión mientras hablaba en una convención general de ministros, donde estaba dirigiendo el canto congregacio-nal, dijo: "Hemos escuchado excelentes predicaciones, oraciones fervorosas, pero muy poco canto alegre. ¿A qué se debe que muy pocos ministros cantan? ¿No mejoraría el canto sus voces y a la vez sus corazones también?"
Después de servir por tres años como director de música de la Primera Iglesia Congregacional de Chicago, renunció para dedicarse de lleno a la evangelización como director de canto con el evangelista mayor W. D. Whittle (1840-1901). En este mismo año (1874), Bliss publicó una colección intitulada Gospel Songs (Cantos Evangelísticos).
La venta de esta colección le trajo una ganancia de treinta mil dólares, la cual, aunque siendo un hombre relativamente pobre, entregó totalmente al señor Whittle para ser usada en sus campañas evangelísticas.
Teniendo muy buena voz y una tesitura amplia, presentaba muchas de sus composiciones él mismo.
En diciembre de 1876, un mes después de haber escrito la música para el himno "Alcancé Salvación", emprendió un viaje acompañado de su esposa hacia la ciudad de Chicago, donde se preparaba una serie evangelística que había de iniciarse después del día primero del año siguiente. Salieron de la ciudad de Buffalo, Nueva York el viernes 29 de diciembre por la tarde. A las ocho de esa misma noche, al aproximarse a la ciudad de Astabula, Ohio, un puente se derrumbó y el tren de siete vagones de pasajeros cayó en las frías aguas de un río.
De los ciento sesenta pasajeros, solamente catorce sobrevivieron. Bliss sobrevivió a la caída del tren y escapó por una ventana; pero más tarde volvió al tren buscando desesperadamente a su esposa. Todo fue en vano; los dos perecieron en el siniestro.
Bliss tenía sólo treinta y ocho años.
Fuente:Himnologia popular - Casa Bautista de Publicaciones
En este compendio encontramos los himnos:
Ven alma que lloras
No se cuando será
Muy cercano está el día